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#48 Tareas domésticas (2): Así soy ahora

"Tienes que aprender a ver una mijita en el suelo y que no te moleste" me dijo mi reumatóloga. Y esa ha sido una lección difícil de asimilar. Encontrar el complicado equilibrio entre limpiar la casa y cocinar sin que se me vaya la vida (y la salud) en ello, y no vivir en la mugre ni morir de hambre.

Haciendo equilibrios con las tareas domésticas sin morir en el intento

Ya sabéis cómo era yo antes.
Ahora barro una vez a la semana, no a diario. Recojo solo lo que se va cayendo. Pero soy capaz (después de mucho zen) de ver una pelusita en el suelo y no levantarme del sofá a recogerla.
Del polvo no sabría calcular cada cuanto paso el trapo. Supongo que cuando la tv deja de ser negra y cambia de color. Ya no hago toda la casa. Voy haciendo por habitaciones, días salteados.
Igual que el resto de tareas. Si hoy cambio las sábanas, tienen que pasar varios días hasta que pueda hacer el baño.
Así dan ganas de ir al wc del bar de enfrente, dormir en el sofá y comer de bocata para no ensuciar cuando tienes limpio.
Antes fregaba el suelo todas las semanas. Ahora una vez al mes... por decir algo. Si hay una manchita, tiro un poco de agua con un vaso y repaso con la fregona.
Cuando toca fregar, el cubo de agua lo lleno hasta la mitad y, si lo  necesito, lo lleno dos veces, para no cargar tanto peso.
Algo que sí hago al momento es limpiar lo que se derrama en la encimera. Es mucho más fácil que cuando se ha secado, que hay que frotar más (lo que significa mayor fatiga, dolor y tiempo).
Para fregar los platos me he comprado un dosificador pequeñito (aspecto aluminio, para que quede mono en la cocina). Así no tengo que levantar un litro de jabón cada vez que tengo que echar producto en el estropajo.
Mis padres me regalaron un lavavajillas pequeño que pongo cada dos o tres días. Según como esté, hay veces que voy enjuagando los cacharros al momento y los voy colocando dentro. Otras, o no estoy bien o dejo esta tarea para hacer otras (acompasar) y se me acumulan. A veces lavo en momentos en los que me encuentro mejor, y eso ha significado aprovechar noches de insomnio a las 3 am.
Al menos lo bueno es que la vitrocerámica no deja los enseres negros como los fogones de antes y hay que rascar menos al fregar.
Aunque sea pequeñita la máquina, siempre me duelen y me pesan los brazos al colocarlo todo en el mueble. A veces lo hago del tirón para quitármelo de encima y otras lo hago en dos tandas.
Para evitar levantar más peso, he dejado algunos platos (los grandes que son de uso diario) sobre el lavavajillas, y así no tengo que levantar los soperos que están encima.
Tengo las cosas que más utilizo a la mano y ahora pienso (como una persona mayor) lo absurdos que son los muebles hasta el techo. Dejas de usar lo que está en alto por no subirte a una silla, aunque me ahorro limpiar la parte de arriba.
La forma de cocinar ha cambiado totalmente. Hago ensaladas, hiervo o salteo verduras que me llevan un momento con carne a la plancha o pescado. Todo lo más elaborado que hago es pasta con un huevo frito y de vez en cuando un asado de verduras. Los postres ya los he dejado de hacer.
Antes tenía más opciones de precocinados, que aunque haya que comer sano y fresco, son una buena opción cuando literalmente no tienes energía para levantar la cuchara para comer. Cremas en brick solo requieren calentar en el micro-ondas y añadir unos picatostes. Pero se me ha complicado el tema con lo de la lactosa. Menos mal que he encontrado opciones en botella (aunque más caras).
Al cocinar hay ocasiones en las que hago de más y así tengo guarnición para dos días (o congelo). Solo tengo que variar la carne o alternar carne y pescado. Eso viene especialmente bien cuando voy a tener citas y volveré exhausta.
He aprendido a ensuciar lo mínimo cocinando, y a pasar un trapo húmedo (aunque luego limpie bien) o remojar los cacharros en el momento para que no se reseque y haya que rascar fuerte.
Llevo varios meses para hacer limpieza de cosas y papeles. Puede parecer que tengo una burrada pero no. Simplemente es que hago un cajón y hasta que me animo a hacer el siguiente pueden pasar semanas. La cuestión es que cuando abro el mueble del salón y lo veo ordenado, me siento orgullosa y no veo momento de acabar con la ultima balda que me queda.

El dolor y la fatiga aumentan con las tareas de casa

La compra es un tema difícil por el peso. Lo hagas como lo hagas, te acabas cargando. Procuro aparcar lo más cerca de la puerta del supermercado (luego se preguntan por qué queremos porcentaje de minusvalía o el tema de movilidad... pues para estas cosas, por ejemplo) y dejo el coche en doble fila cerca de casa para descargar y entonces me voy a aparcar. Aún así, tengo dos días posteriores de dolores que para mí se quedan.
Luego el brainfog no facilita las cosas. Quien más quien menos se hace lista para las compra, cierto. Pero nuestros problemas son otros. Yo tengo en la alacena tres productos iguales de las tres últimas veces que fui al supermercado. Se me queda que lo tenía que comprar. Y me ha pasado más de una vez. La música, el jaleo y las luces me confunden mucho. Hay momentos en los que miro pero dejo de ver lo que hay en las estanterías. Me cansa enormemente recorrer todos los pasillos. Me mata (de fatiga y dolor) la espera de pie en la línea de cajas.
Y luego queda llegar a casa y guardar la compra.
Antes lo planchaba casi todo. Ahora no plancho casi nada. Como decía Adolfo Dominguez para el lino, "la arruga es bella". Nuevamente demasiado dolor y cansancio que no compensa. Procuro estirar la ropa lo más que puedo en el tendedero y pasa por la plancha lo imprescindible.
Hacía la cama a diario, antes de irme a trabajar. Ahora la única vez que la veo hecha es cuando cambio las sábanas y me deja lista de papeles para toda la mañana.
Una de las cosas que me ha costado mucho ha sido pedir ayuda. Siempre he sido muy independiente y autosuficiente. Y admitir que la cosa ha cambiado y que si te echan una mano es mejor para ti, lleva su tiempo.
Hay cosas como levantar la cama para sacar y meter el cajón con la ropa de temporada para hacer el cambio de armario, lo dejo ya para cuando vienen mis padres a casa. Y ellos mismos se han ofrecido a traerme las cajas de leche.
Como en otros ámbitos, hay que aprender a realizar las tareas de un modo diferente. Me ha costado mucho cambiar el chip. Hay veces que realmente consigo pensar que se quedan los platos sin fregar, que mañana seguirán ahí y ya lo haré. Otras no me lo tomo con tanta filosofía y me cuesta asumir que se queden las cosas sin hacer.
En mi cabeza sigue el "run-run" (aka motorcillo) de hacer tropecientas cosas en el día aunque mi cuerpo ya no tire. Sigue maquinando lo que voy a hacer. A veces sé parar a tiempo, a veces mi organismo me frena en seco. Pero en ocasiones, a pesar del cansancio y el dolor, por alguna razón, no puedo parar. Sigo, sigo, sigo. Con el piloto automático. Hasta que hago crack. Luego me maldigo cuando ello me lleva a varios días sin levantar cabeza. Pero secretamente sonrío y me digo: "Sigo siendo yo".

Imagen: Diseño por Oded Friedland
Imagen: Bodypaint por Hikary Cho

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15 comentarios :

  1. Primero felicitarte por las imágenes que aportas, describen a la perfección lo que comentas y lo que sientes.
    Dicen que hasta que no te ves en la situación, no sabes o sufres lo que es una cosa. Yo (por ahora) no tengo SFC, tengo astenia, unos días más otros menos, dentro de lo que tengo me considero un rabo de lagartija... (ya me conoces...); y me puedo hacer una ligera idea de lo que se siente y sufre, pero nada más. Aunque con lo que describes, debe de ser... Y seguro que hay mucha gente que lo califica de "pereza", cuando es tu cuerpo el que no puede, y si lo fuerzas te responde con dolor y más cansancio... horrible... :(

    La parte positiva, que has aprendido a organizarte en tus tareas y según tus posibilidades, eso es muy importante, y no creo que todo el mundo llegue a hacerlo, te aplaudo por ello! Y otra cosa, la más importante creo yo... SIGUES SIENDO TÚ. Tu esencia, una persona valiente y con coraje para levantarse cada día y luchar contra todo, no sólo contra la vida, sino contra todas las aflicciones que le produce su propio cuerpo!!
    Eres digna de admirar, sigue luchando, y NUNCA pierdas la esperanza de que todo esto mejorará en algún momento (Esperemos que pronto, por la parte que también me toca!! ;)

    Un abrazo y ánimo! :*

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    1. Ay Ana hay tanta chicha y yo estoy tan nublada hoy, que creo que solo puedo darte un gran GRACIAS, por animarme, apoyarme y escribir en las paredes de La Cueva para contagiar a todos con tu (fatigada) vitalidad. Besazo.

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  2. Los truquillos de @carmentoar (FM y SFC), quien tuiteó: "Creía que hablabas de mí. Cuánto nos parecemos y cuánto estamos aprendiendo".
    Muchas gracias por tus palabras y aportar tu granito :)

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  3. Eres una persona valiente...debe ser muy complicado,querer y adaptarse.No puedo ni imaginármelo...pero "Sigues siendo tu"

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  4. uf. empatía total en este momento.
    Me cuesta una barbaridad ver una pelusilla, por pequeña que sea, y no salir escopetada a por la escoba, o ver los cacharros amontonados en la pila y ponerme como una loca con la cocina y terminar dejando reluciente hasta la nevera por dentro. Me cuesta no hacerlo y hay veces que no puedo contenerme y lo hago, fastidiándome más de la cuenta después… un ratín de limpieza te cuesta la tarde en la cama hibernando. Es muy difícil, jo, lo es, pero tienes que acostumbrarte y hacer un poco la vista gorda.

    Fíjate que decidimos tener una gata sin pelo (sphynx) entre otras cosas porque da menos la lata que un gato normal para recoger pelos que se convierten en pelusas voladoras, porque amo demasiado a los animales como para volver a no tener uno.

    Pero sí, cuesta, y sobre todo cuando, como tú dices, estás acostumbrada a ser la ratita presumida y tener tu casita como los chorros del oro que, bueno, eso lo puedes hacer a costa del dolor si eres una maníatica como parece que lo somos las dos, pero la fatiga… esa viene cuando tienes un paño en la mano y te deja KO.

    Por suerte en mi casa, mi madre era bastante comprensiva y ahora que vivo con mi chico, él se encarga de cocinar 100% (y de limpiar el baño), y qué alivio.
    Aún me sigue dando la locura de vez en cuando y me pongo como loca a poner lavadoras o lo que sea, pero sabiendo que en cualquier momento, sin aviso, las cucharas se acaban y adiós.

    Un besazo y mucho ánimo!! Que no valemos menos porque podamos hacer menos :)

    (a ver si se publica el comentario xD)

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    1. Conclusión: La fatiga rules the world jaja
      Nada, nos meteremos un par de cucharas en los bolsillos cuando nos de la locura transitoria ;) Si fuera así de fácil ¿eh?
      Una alegría tener a los tuyos apoyándote en esas cosas. Bs

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  5. ¿Has pasado por mi casa? Jajaja todas y cada una de las tareas que haces y como las haces es un calco exacto a como las hago yo. Mi problema es que somos cuatro y la única que va recogiendo soy yo. La hora de la comida, cena es un tormento porque además de hacer para cuatro, cada uno tiene una "dieta especial" y cada vez me gusta menos cocinar. La plancha en mi casa está prohibida jajaja yo intento sacar y tender la ropa rápido y guardo la ropa sin planchar. Cuando hace falta algo lo plancho en el momento de ponérselo. De ese modo, plancho de poco en poco. Gracias por compartir todas tus experiencias y de hacerlo taaaaaan bien!!! Besos. Ah!! Y a la hora de poner el piloto de automático hay que seguir intentando dosificar y lo digo por las dos ;-)

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    1. Ay como os admiro a las que además lleváis para adelante la familia sin ayuda o muy poca...
      Y toda la razón, tenemos que intentar dosificarnos, incluso con el piloto automático, porque hay más cosas que la casa ¡Besos!

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  6. Yo recuerdo que, cuando peor estuve del rhupus, era incapaz de manipular vajilla. La inflamación en manos y muñecas, y la pérdida de fuerza que conlleva) era brutal, no era capaz de levantar una taza de café. Resultado: no cocinaba por no andar levantando y fregando sartenes ni ollas, comía todo en frío (o, como mucho, compraba algo y lo calentaba al micro) y con platos de papel, vasos de plástico (o de styrofoam, para el café) y tenedores de usar y tirar, todo por no tener que manipular ni lavar vajilla.

    Tengo pendiente hacer una plantada de árboles o algo, para redimir el mal karma medioambiental que acumulé aquellos meses :_(.

    Un saludín.

    Anna

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    1. Es que tiene que ser así, inventarse la forma de superar esas rachas y el día a día lo mejor posible (aunque la conciencia por otros temas no quede tranquila).
      Buena idea lo de compensar el karma ¡pero no plantes tú los árboles!

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  7. Quiero quedarme con lo positivo.
    Sigues siendo tu ( por supuesto! ), vas aprendiendo a pedir ayuda ( no es tan grave, aunque a mi me cuesta horrores también), ya toleras la mijita ...
    No es tan grave no ser superwoman, de hecho es lo menos importante. Sigo pensando que lo importante eres tu y tu salud.
    Cuidate más y preocupate menos de la casa ( si, a ver si me aplico esto yo misma).
    Un beso preciosa, Cleo

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    1. Somos buenísimos aconsejando, ¡pero luego nos lo tenemos que aplicar también!
      Por eso es tan bueno tenernos unos a otros, para ser nuestro "Pepe Grillo" y que nos recuerde lo que es mejor para cada uno de nosotros.
      ¡Besazo!

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  8. Siéntete orgullosa de como eres ahora porque te organizas perfectamente, de otra manera a la de antes, pero la vida va así, adaptación continua.
    Gracias por los trucos en la organización, me copiaré e intentare tomar ejemplo.
    A mi me cuesta un mundo encontrarme cosas por medio y hacer la vista gorda, y el día me tengo energía arraso con todo lo que se me pone por delante, y me olvido de lo que pasa después, pero creo que es un cambio en el cual me encuentro.
    Un besito

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    1. Muchas gracias Sonia :) No es fácil y lleva su tiempo; y aún asumido, a veces se te va la cabeza haciendo cosas y lo pagas luego pero bien.
      Como dices es un cambio, una adaptación más que hay que hacer, y sobretodo tú. Cuando hay peques de por medio sólo lo ves todo recogido cuando están en la cama :)
      Importante que cada uno haga su parte también (con mi hámster no puedo negociar eso jaja). Besote

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Imagen diccionario: Dani Torrent