En cualquier caso, representa muy bien la actitud que he tomado en los últimos años en mi relación con los demás.
Suele ser una visión que a menudo da la edad, pero a mí me la han impuesto mis enfermedades. Pues las pocas energías que tengo quiero emplearlas con aquello y aquellos que me merecen la pena.
"Ya
no tengo paciencia para ciertas cosas, no porque me haya vuelto arrogante, sino que simplemente creo que he llegado al punto de mi vida donde ya no quiero malgastar tiempo con aquello que me desagrada o me
hace daño.
No tengo paciencia para el cinismo, críticas excesivas y demandas de cualquier naturaleza. He perdido las ganas de intentar agradar a aquellos que no les gusto, a querer a aquellos que no me quieren y a sonreír a aquellos que no me quieren sonreír a mí.
Ya no gasto ni un solo minuto en aquellos que mienten o quieren manipular. He decidido que ya no voy a co-existir con pretensiones, hipocresía, falsedad y elogios baratos. No tolero la educación selectiva y la arrogancia académica. Tampoco me amoldo a los cotilleos de los demás. Odio el conflicto y las comparaciones. Creo en un mundo de opuestos y por eso evito a gente con personalidades rígidas e inflexibles. En la amistad no me gusta la falta de lealtad y la traición. No me llevo bien con aquellos que no saben cómo hacer un cumplido o dar una palabra de aliento. Las exageraciones me aburren y tengo dificultades aceptando a aquellos a quienes no les gustan los animales. Y sobretodo, ya no tengo paciencia para cualquiera que no se merezca mi paciencia "
No tengo paciencia para el cinismo, críticas excesivas y demandas de cualquier naturaleza. He perdido las ganas de intentar agradar a aquellos que no les gusto, a querer a aquellos que no me quieren y a sonreír a aquellos que no me quieren sonreír a mí.
Ya no gasto ni un solo minuto en aquellos que mienten o quieren manipular. He decidido que ya no voy a co-existir con pretensiones, hipocresía, falsedad y elogios baratos. No tolero la educación selectiva y la arrogancia académica. Tampoco me amoldo a los cotilleos de los demás. Odio el conflicto y las comparaciones. Creo en un mundo de opuestos y por eso evito a gente con personalidades rígidas e inflexibles. En la amistad no me gusta la falta de lealtad y la traición. No me llevo bien con aquellos que no saben cómo hacer un cumplido o dar una palabra de aliento. Las exageraciones me aburren y tengo dificultades aceptando a aquellos a quienes no les gustan los animales. Y sobretodo, ya no tengo paciencia para cualquiera que no se merezca mi paciencia "
'I no longer have patience for centain things, not because I've become arrogant, but simply because I reached a point in my life where I do not want to waste more time with what displeases me or hurts me. I have no patience for cynicism, excessive criticism and demands of any nature. I lost the will to please those who do not like me, to love those who do not love me and to smile at those who do not want to smile at me. I no longer spend a single minute on those who lie or want to manipulate. I decided not to coexist anymore with pretense, hypocrisy, dishonesty and cheap praise. I do not tolerate selective erudition nor academic arrogance. I do not adjust either to popular gossiping. I hate conflict and comparisons. I believe in a world of opposites and that’s why I avoid people with rigid and inflexible personalities. In friendship I dislike the lack of loyalty and betrayal. I do not get along with those who do not know how to give a compliment or a word of encouragement. Exaggerations bore me and I have difficulty accepting those who do not like animals. And on top of everything, I have no patience for anyone who does not deserve my patience.'
Imagen: por El Roto.
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Si usas Anónimo, con nombre o apodo al final del texto para contestarte adecuadamente.
¡Ronda de aplausos!
ResponderEliminarNada más que añadir, en serio
Me ha encantado.
ResponderEliminarYo también intento eliminar de mi vida todo aquello que me suponga un desperdicio de energía, para poder tener cucharas para emplear con las personas y situaciones que sí me merecen la pena. Pero, no nos engañemos, siempre hay compromisos que son inevitables. Eso sí, estoy en proceso de reducirlos al mínimo indispensable.
Me encanta, tenemos una opinión muy parecida. Debemos y tenemos que gastar nuestras cucharas en las personas que valen la pena
ResponderEliminarPoco más que añadir!!
ResponderEliminarExcelente!
Yo añadiría...- No tolero a la gente que me juzga y me aconseja sin saber lo que sufro, por lo demás, perfecto.
ResponderEliminarCierto.
EliminarGenial la cita, la suscribo totalmente, pq yo tampoco ya no tengo paciencia, ni fuerzas, ni ganas.
ResponderEliminarHay suficiente gente que merece la pena como para no malgastarnos con los que no.
Un beso chiquilla, Cleo
Suscribo yo ahora cada una de tus palabras.
Eliminar¡Un beso!