En redacción médica, una de tantas noticias sobre cierre de camas, listas de espera, sanitarios echando horas por vacaciones de compañeros... en verano parece que se paraliza el país, pero hay cosas que tienen que seguir rodando porque las enfermedades no entienden de calendarios.
Virginia Ruiz (@roetgen66, oncóloga) estuvo a punto de ser expedientada por hablar públicamente en su blog de los retrasos y carga de trabajo en el servicio de oncología de su hospital, en detrimento de los pacientes. Pero Help!!! podría estar firmado por más de un médico. Aunque no tengan blogs, se escriben historias entre paredes todos los días.
Mónica Lalanda (@mlalanda, médico de urgencias), se ha plantado y lo cuenta en su blog "Médico A Cuadros".- Querida explotación laboral: Te dejo, no cuentes ya conmigo.
Apoyando totalmente a esta profesional en su decisión, desde mi experiencia pienso que los médicos son el último escalón al que ha llegado la explotación y la falta de recursos por estar en lo más alto de una u otra forma. Esta situación de precariedad se ha dado durante años, mucho antes de la crisis, en otros sectores de la sanidad como psicólogos y trabajadores sociales.
Tiene consecuencias ser una mosca cojonera por tener una ética y no estar de acuerdo con un sistema y negocio en el que se prioriza todo antes que las personas con las que se trabaja, más allá de tu propio interés personal.
Para una cosa y otra hay que valer.
Para una cosa y otra hay que valer.
En verano mejor no te pongas malo (...si pudieras elegir).
El hospital malagueño Carlos Haya retrasa sesiones de quimioterapia por falta de camas https://t.co/icudE9Z67t pic.twitter.com/4JUZXZZTLJ
— laSexta (@laSextaTV) 12 de agosto de 2016
Los dirigentes de la sociedad en que vivimos son gente de la calle, sin habilidades demostradas en ningun campo. Se les pone a dirigir cualquier cosa sin experiencia y primando sobre todo el factor económico. Es así que gestionan todo como si fuese una fábrica de motores y cuando llegan las vacaciones del personal se baja o suspende la producción dejando un retén para cosas urgentes. Una persona enferma no es un motor, la enfermedad no sigue pautas de montaje concretas y no se pueden terminar los procesos con la etiqueta de "producto acabado". A veces me miro al espejo y me veo cara de engranaje, eso es lo que los gestores pazguatos de la sanidad ven en mi.
ResponderEliminarNo podría haberlo explicado mejor.
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