Haciendo limpieza de papeles de un cajón encontré un escrito en una libreta que no reconocí como mío. Aunque era mi letra, obviamente.
Leí ávidamente las dos columnas con el ceño fruncido por la concentración e interés; y hasta que no vi casi al final unos garabatos rápidos para no olvidar su aspecto no me di cuenta de que ¡era una ficha!
Entonces recordé.
La doctora Catalina Plum, quien elaboró la Enciclopedia Misteriosa de los Seres Diminutos, animaba al final de este tomo a investigar por nosotros mismos. Dejaba unas fichas en blanco que no pude rellenar porque era un libro de la biblioteca. Dónde si no encontrar estas maravillas además de los rincones de librerías y alguna colección privada.
Por eso lo registré rápidamente en lo primero que pillé a mano. Y quedó olvidado en el fondo de un cajón y azarosamente hallado, como a menudo suele pasar.
Para que no vuelva a ocurrir lo dejo aquí plasmado y una imagen del texto original al final.